En nuestro país, el té se podría decir que se comportaba
como un visitante tímido, de esos que se quedan sentados erguidos y rígidos en
la silla más incómoda del salón y te hablan poco menos que de usted. Especialmente
comparándolo con el café, que ya es un huésped destacado y se mueve como Pedro
por su casa. Sin embargo, en los últimos años el té parece haber empezado a
estirar las piernas, y se empieza a dejar ver por todas las estancias. Ha
pasado de ser algo poco habitual a ver florecer tiendas y teterías por
todas partes y, al menos aquí, en Asturias, raro se ha vuelto no
encontrarse una cada poco tiempo caminado.
Kit-Kat de té verde matcha
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Todo indica que ha llegado al menos como nueva moda, y a los amantes del té solo nos queda ver si ha sido para quedarse. Aun así, al mirar en las tiendas de té, aunque salgamos de los tés clásicos siempre detenemos el pensamiento ahí donde llega su preparación en taza, cuando realmente el té da para mucho más. No tiene por qué ser tan solo una bebida: combina perfectamente con otros ingredientes para dar una nota sutil también a las comidas.
En Japón está muy reconocido el uso de té verde, sobre todo
el matcha, para bebidas modernas y repostería. No es raro ver en Japón toda
clase de aperitivos dulces sabor matcha, mochis, bizcochos e incluso Kit-Kats
(que no solo son de esa clase de té). Y el té verde es tan solo una de las
muchas variedades que hay, cada cual con su personalidad propia y algo que
aportar a diversas clases de platos.
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Kit-Kat de té verde houjicha (té tostado) |
Lo primero a recordar es que lo ideal para sacar el máximo
partido a nuestros tés es comprarlos frescos, a granel y sin pulverizar. Cada vez
hay más tiendas que lo ofertan de dicha manera y es solo cuestión de elegir el
que más nos llame o convenga. También tened en mente que siempre es mejor el té
recién hecho a propósito para la ocasión.
Cada tipo de té tiene algún tipo de comida a la que le va mejor. Ello no
quiere decir que tengamos que limitarnos a esos grupos ni mucho menos, o
incluso limitarnos al té puro, tés combinados con otros aromas pueden dar lugar
a maravillas, y el rooibos tiene también su lugarcito.
Los tés negros, con su sabor más potente y con cuerpo,
combinan bien con los platos a base de carne. Si echáis un vistazo a sus
combinaciones veréis que suele mezclarse con cítricos, frutos, regaliz o
incluso chocolate. El rojo tiene un estilo similar. El verde es algo más suave,
y queda bien en platos de pollo, pescado y verduras. El más sutil finalmente es
el blanco, y pega más que nadas con frutas frescas. Las salsas, omnipresentes
en la gastronomía, pueden presentar una mayor amplitud si incluimos el té como
ingrediente.
¿Cómo integramos el té en nuestros platos? Hay varias
maneras. Lo más sencillo es aprovechar la receta original. Veréis que en muchas
recetas usamos líquidos como agua, caldos, leche, cerveza, vino… Probad a
sustituirlos con té, totalmente o en una pequeña porción. No tengáis miedo a
experimentar, y si no estáis seguros dadle la oportunidad en primer lugar a
infusiones suaves. Antes de agregarlo es recomendable que esté bien filtrado y
a temperatura ambiente.
Otra vía es infusionarlo en el líquido normal de la receta
para atribuirle un sabor y aroma adicional. Y como última opción podemos
molerlo y utilizarlo directamente como utilizaríamos otra especia, añadiéndolo
a nuestro catálogo de sazonadores.
Como primer paso para ver si esto, usando la expresión
inglesa, is your cup of tea, empezad
desde lo más sencillo. Un arroz hecho con una infusión de té verde en lugar de
agua, tal vez con algo de menta, es una forma clásica de comenzar. O hacer la
pasta en la infusión que más os llame, el sabor se impregnará al irse cocinando.
Por supuesto, la mayor cantidad de recetas incorporando té son de repostería,
así que algún bizcocho, galletas o incluso natillas serían perfectos si no
queréis arriesgaros aún con los primeros platos y deseáis un postre original.
El té matcha especial para repostería especialmente pega con todo y da un
bonito color verde inigualable.
Probad, experimentad, y compartid con familiares y amigos
los resultados, que seguro que nunca lo habían pensado.